Tanto el que descubre Cudillero por primera vez, como el que ya lo conoce, sabe que este rincón de la costa asturiana engancha por su encanto ya a primera vista, ya sea por sus casas superpuestas increíblemente en el acantilado o por su puerto viejo con historias rudas de hoy y de antaño, por su anfiteatro siempre vital y repleto de oferta gastronómica.
Pero definitivamente lo que si que engancha con un encanto abrumador son sus callejuelas siempre empinadas pero que te incitan a seguir hasta llegar a cualquiera de los miradores como el del Pito ,La Atalaya o el Contorno donde se abren un espectáculo de sensaciones, Por todo esto y mucho más Cudillero encanta y es encantador.